Más de 200 buques varados debido a la grave congestión del tráfico en el Canal de Panamá, afectado por la sequía
El Canal de Panamá es una vía comercial crucial, responsable del 40% del tráfico total de contenedores de EE.UU.
El Canal de Panamá, que une los océanos Pacífico y Atlántico, es una de las rutas marítimas más dinámicas del mundo. Sin embargo, como consecuencia de las repercusiones del cambio climático, el nivel del agua está bajando, lo que precipita un cuello de botella en sus inmediaciones. Un post ampliamente difundido en X (antes Twitter), cuyo autor es un antiguo investigador privado conocido como WayneTech SPFX, ha afirmado que más de 200 buques están actualmente inmovilizados a ambos lados del Canal de Panamá. Según la publicación en las redes sociales, algunos de estos buques llevan varados más de tres semanas.
“Según se informa, los buques están inmovilizados debido a una sequía excepcional que afecta actualmente a Panamá. El canal depende de la lluvia para reponer sus fuentes de agua, pero la ausencia de lluvia está planteando desafíos para que los barcos naveguen a través”, decía el post.
La publicación también menciona que la Autoridad del Canal de Panamá ha dado mayor prioridad a los buques más grandes y pesados, una medida que podría provocar interrupciones en el suministro y elevar los precios.
Bloomberg corroboró el retraso, afirmando que las autoridades locales han implementado ciertas restricciones que están contribuyendo a contratiempos adicionales.
“La flexibilidad es mínima o nula en lo que se refiere a dar cabida a más buques que el volumen actual”, afirmaba Bloomberg citando a Peter Sand, analista jefe de Xeneta, empresa especializada en el análisis de los mercados de fletes marítimos y aéreos.
La disminución del nivel de las aguas se traduce también en una menor capacidad de carga para los buques. Según el informe de Bloomberg, el lago Gatún, uno de los embalses de agua que abastecen al canal, ha experimentado un descenso de su profundidad hasta un nivel no visto en siete años. Se prevé que este descenso se mantenga por debajo de la media de los últimos cinco años hasta finales de octubre, a pesar de la llegada de la temporada de lluvias a Panamá.
Los proveedores se ven obligados a explorar rutas alternativas, optando por los trenes para transportar las mercancías que han sido descargadas de los buques de carga en la costa oeste de Estados Unidos. El Canal de Panamá tiene una gran importancia como ruta comercial, ya que contribuye al 40% de todo el tráfico de contenedores de Estados Unidos. Si la situación no muestra signos de mejora en un futuro próximo, las repercusiones podrían extenderse mucho más allá de Norteamérica.